El Impuesto al Valor Agregado en Argentina fue introducido a partir de 1975 para contribuir a la recaudación fiscal del estado, eximiendo a la canasta básica familiar, buscando así atenuar el impacto de este tributo.
Surgió para evitar la distorsión de los impuestos a las ventas en cascada que a su vez encarece los costos de producción.
Durante los años la tasa aplicable a sufrido variaciones, en la reforma introducida en 1986 se unificó una alícuota general de 18%.
En el año 1988 y en el año 1992 se produjeron marchas y contramarchas en protesta por el porcentaje de la alícuota, llegando a descender hasta el 13% en 1990 para volver a subir hasta el 18% en 1992.
Actualmente la alícuota general es de 21% y existe una alícuota reducida de 10,5% para algunos bienes de capital, y de primera necesidad. Al igual que existe una alícuota del 27% para ciertos servicios públicos.
¿Tienes que pagar IVA y no sabes cómo calcularlo? Sigue con nosotros aquí te presentamos un método fácil y sencillo que podrás utilizar, además te presentamos información sobre este impuesto.
¿Qué es el IVA?
El IVA es un impuesto indirecto al consumo, no percibido por el fisco directamente, el cual se aplica a la venta de objetos, prestación de servicios así como las importaciones de algunos bienes.
El consumidor final de un producto o servicio tendrá la obligación de pagar el impuesto sin derecho a reembolso, es controlado por el fisco, en el caso de Argentina por el AFIP que es la Administración Federal de Ingresos Públicos.
¿Cómo sacar el IVA en Argentina?
Para calcular el Impuesto al Valor Agregado en Argentina debemos considerar las diferentes alícuotas a las cuales le aplicaremos el porcentaje sobre cada rubro imputable.
La alícuota diferencial superior a un 27%, la cual se aplicará en las ventas de gas, energía eléctrica, servicios de agua potable, cloacales y desagües. De igual forma se aplicará a algunos servicios de telecomunicaciones.
La alícuota diferencial reducida que será de 10,5% del valor del artículo, la cual regirá sobre los trabajos realizados sobre inmueble ajeno, intereses y comisiones de préstamos, frutas, legumbres y hortalizas, granos y cereales, animales vivos de granja, frescos o refrigerados, servicios de asistencia médica y sanitaria, propano, butano y gas licuado, harina de trigo, pan galletas y facturas de panadería.
Para el resto de productos no enumerados anteriormente se aplicará una tasa del 21% llamada alícuota general.
Por ejemplo, si compras una caja de lápices a $100, en esa cantidad se encontrará el 21% de IVA, que en este caso es de $17,35. Para saber cuál es el importe sin IVA dentro del precio final, puedes calcularlo de manera fácil: dividir el precio final por 1,21.
Así sabrás cuál es el importe sin IVA. En el caso anterior: 100/1,21 = 82,65 es el precio sin IVA. Por lo tanto, el IVA que estás pagando por esa compra es la resta de 100 ? 82,65 = 17,35.